Wilson Yip es reconocido como uno de los grandes valores del cine hongkonés. Sus comienzos en el cine noir de los años ochenta le llevo a entender el cine como sinónimo de velocidad y de acción, no obstante su carrera se ha movido por distintas etapas que no hacen sino corroborar sus ganas de experimentar y de “jugar” con los géneros.
Antes de sus dos grandes películas, Bullets over the summer y Juliet in love,(Véase la entrada dedicada a Wilson Yip:un viaje a través d elos sentimientos), Yip comenzó a delinear un perfil que matizaba los convencionalismos del cine que conocía, al mismo tiempo que insuflaba notas de su personalidad.
Películas como Bio-zombie o Mongkok story son muestras de un estilo que comenzaba a modelarse y que sentaba las bases para sus dos grandes obras antes citadas. Más tarde Yip se ha centrado en un noir lleno de artes marciales, se ha convertido en uno de sus reyes, sobre todo por esa unión entre él y Donnie Yen su coreógrafo y director de las escenas de acción al mismo tiempo que su actor fetiche.
Pero ya tendremos tiempo de abordar este nuevo concepto del cine negro en posteriores artículos, ahora centrémonos en una de sus primeras películas Bio-zombie para entender de donde nace esa capacidad de aportar el realismo y la ternura tan característicos en su obra.
En el año 1998 Wilso Yip se asoció con la productora Brilliant Idea Group (B.I.G) que contaba con el director y productor Joe Ma y con el guionista Matt Chow como los grandes pilares de su infraestructura. Su oportunidad llegó gracias a un guión de Chow sobre una historia de zombies que se movía a medio camino entre la barrabasada y la obra de culto.
Bio-zombie contó con los mejores ingredientes: el guión de Chow, la dirección de Yip y la participación de dos estrellas procedentes del cine de tríadas (Jordan Chan y Sam Lee) que dispararon las previsiones e hicieron de Bio-zombie un auténtico triunfo en taquilla.
Con una tímida inspiración en la obra de Romero, La noche de los muertos vivientes (1978), la película combina un guión surrealista con un montaje propio de las películas de terror. Un refresco contaminado de sustancias bioquímicas tiene el poder de convertir a las personas en zombies. El azar hará que dos jóvenes vendedores de CDs, en un centro comercial, atropellen a un hombre que ha bebido el brebaje y sin saber que hacer con el cuerpo le llevan al parking del dicho centro.
La multiplicación de zombies será inmediata quedando solamente un pequeño grupo de supervivientes que juntos ayudan a escapar.
La película es en sí una particular visión del género del terror que reune con inteligencia los elementos clásicos característicos de las películas de zombies: persecución, acorralamiento de los héroes en un recinto acotado, o disminución paulatina del grupo de supervivientes a manos de los zombies.
Al igual que en estas cintas los personajes se nos presentan cercanos a la filosofía del superviviente, pero Yip marca una línea clara que se corresponde con una primera parte, próxima a la parodia y el humor, en la que Jordan Chan o Sam Lee fanfarronean con la imagen del héroe, para pasar a una segunda mitad en la que esos personajes bonachones, que alardean de coquetear con la criada, se convierten en auténticos héroes que sellan sus lazos de amor y de lealtad y que luchan hasta sus últimas fuerzas contra el temido zombie.
De este modo el tono de Bio-zombie cambia de la comedia al terror para terminar en un drama humano existencialista cuando el héroe, sólo y convertido en el último superviviente, decide tras meditar sobre su vida y su futuro, tragar un sorbo de la fatídica bebida pues rememorando sus pensamientos: “ ¿por qué permanecer humano si todos mis lazos afectivos son zombies? Yip quiso demostrar que también los zombies podían llegar a tener sentimientos, al mismo tiempo que nos sorprendía con un final serio y existencialista que ahogaba el original tono de comedia.
Llegó a sorprender tanto ese final que algunos críticos los han tachado como una alegoría del Hong Kong actual. Sin olvidarnos que la película se rodó en el año 1998, un año después de la entrega de la excolonia a China, creo que es mucho rizar el rizo ver más allá de sus pretensiones originales: una película de entretenimientos, mezcla de géneros, que acercaba a Yip a su estilo más humano e íntimo.
La idea de Wilson Yip fue cambiar las historias de fantasmas chinos por las pocos frecuentes de zombies, más aún cuando el propio director se profesa fan de estas últimas. Pero sobre todo Bio-zombie fue un intento, y una constatación, de plasmar su sello propio. Yip quiso jugar con la estética del video-clip, e inclusive del video juego, como si su protagonista estuviese incluido dentro de él “jugando” a matar zombies. El efecto del video, los guiños paródicos como la congelación de la imagen en medio de la acción, los efectos de sobreimpresión, e inclusive los título de crédito temblorosos- que aluden a los Cds piratas típicamente hongkoneses- son el fruto palpable de su colaboración con el director de fotografía Keung Kok Man, pero sin lugar a dudas marcan un comienzo de una fructífera carrera aferrada a personajes fatalistas, profundos y con grandes dosis de sentimientos.
Antes de sus dos grandes películas, Bullets over the summer y Juliet in love,(Véase la entrada dedicada a Wilson Yip:un viaje a través d elos sentimientos), Yip comenzó a delinear un perfil que matizaba los convencionalismos del cine que conocía, al mismo tiempo que insuflaba notas de su personalidad.
Películas como Bio-zombie o Mongkok story son muestras de un estilo que comenzaba a modelarse y que sentaba las bases para sus dos grandes obras antes citadas. Más tarde Yip se ha centrado en un noir lleno de artes marciales, se ha convertido en uno de sus reyes, sobre todo por esa unión entre él y Donnie Yen su coreógrafo y director de las escenas de acción al mismo tiempo que su actor fetiche.
Pero ya tendremos tiempo de abordar este nuevo concepto del cine negro en posteriores artículos, ahora centrémonos en una de sus primeras películas Bio-zombie para entender de donde nace esa capacidad de aportar el realismo y la ternura tan característicos en su obra.
En el año 1998 Wilso Yip se asoció con la productora Brilliant Idea Group (B.I.G) que contaba con el director y productor Joe Ma y con el guionista Matt Chow como los grandes pilares de su infraestructura. Su oportunidad llegó gracias a un guión de Chow sobre una historia de zombies que se movía a medio camino entre la barrabasada y la obra de culto.
Bio-zombie contó con los mejores ingredientes: el guión de Chow, la dirección de Yip y la participación de dos estrellas procedentes del cine de tríadas (Jordan Chan y Sam Lee) que dispararon las previsiones e hicieron de Bio-zombie un auténtico triunfo en taquilla.
Con una tímida inspiración en la obra de Romero, La noche de los muertos vivientes (1978), la película combina un guión surrealista con un montaje propio de las películas de terror. Un refresco contaminado de sustancias bioquímicas tiene el poder de convertir a las personas en zombies. El azar hará que dos jóvenes vendedores de CDs, en un centro comercial, atropellen a un hombre que ha bebido el brebaje y sin saber que hacer con el cuerpo le llevan al parking del dicho centro.
La multiplicación de zombies será inmediata quedando solamente un pequeño grupo de supervivientes que juntos ayudan a escapar.
La película es en sí una particular visión del género del terror que reune con inteligencia los elementos clásicos característicos de las películas de zombies: persecución, acorralamiento de los héroes en un recinto acotado, o disminución paulatina del grupo de supervivientes a manos de los zombies.
Al igual que en estas cintas los personajes se nos presentan cercanos a la filosofía del superviviente, pero Yip marca una línea clara que se corresponde con una primera parte, próxima a la parodia y el humor, en la que Jordan Chan o Sam Lee fanfarronean con la imagen del héroe, para pasar a una segunda mitad en la que esos personajes bonachones, que alardean de coquetear con la criada, se convierten en auténticos héroes que sellan sus lazos de amor y de lealtad y que luchan hasta sus últimas fuerzas contra el temido zombie.
De este modo el tono de Bio-zombie cambia de la comedia al terror para terminar en un drama humano existencialista cuando el héroe, sólo y convertido en el último superviviente, decide tras meditar sobre su vida y su futuro, tragar un sorbo de la fatídica bebida pues rememorando sus pensamientos: “ ¿por qué permanecer humano si todos mis lazos afectivos son zombies? Yip quiso demostrar que también los zombies podían llegar a tener sentimientos, al mismo tiempo que nos sorprendía con un final serio y existencialista que ahogaba el original tono de comedia.
Llegó a sorprender tanto ese final que algunos críticos los han tachado como una alegoría del Hong Kong actual. Sin olvidarnos que la película se rodó en el año 1998, un año después de la entrega de la excolonia a China, creo que es mucho rizar el rizo ver más allá de sus pretensiones originales: una película de entretenimientos, mezcla de géneros, que acercaba a Yip a su estilo más humano e íntimo.
La idea de Wilson Yip fue cambiar las historias de fantasmas chinos por las pocos frecuentes de zombies, más aún cuando el propio director se profesa fan de estas últimas. Pero sobre todo Bio-zombie fue un intento, y una constatación, de plasmar su sello propio. Yip quiso jugar con la estética del video-clip, e inclusive del video juego, como si su protagonista estuviese incluido dentro de él “jugando” a matar zombies. El efecto del video, los guiños paródicos como la congelación de la imagen en medio de la acción, los efectos de sobreimpresión, e inclusive los título de crédito temblorosos- que aluden a los Cds piratas típicamente hongkoneses- son el fruto palpable de su colaboración con el director de fotografía Keung Kok Man, pero sin lugar a dudas marcan un comienzo de una fructífera carrera aferrada a personajes fatalistas, profundos y con grandes dosis de sentimientos.
4 comentarios:
Hoy vi esta y bueno... no he visto más cintas de Yip, así que no sé el peso que realmente tiene en su cine, ni si parte de sus estilemas ya aparecen aquí. Desde mi perspectiva de sólo conocer este filme suyo, diría que es un homenaje al cine zombie creado por Romeo, ya que tiene todo lo que uno puede esperar de las primeras cintas de George, pero es bien cierto que esos toques de humor no aparecen en las primeras cintas de este director...
Entretenida, eso si.
Te animo a conocer la obra de Yip, es uno de mis directores favoritos. Yo me ratifiqué en mi pasión hongkonesa gracias a sus primeras películas. Juliet in love o Bullets over the summer son auuténticas joyas llenas de ternura, drama y acción. Lástima que ahora sólo haga kung-fu noir.
A lo mejor Bio-zombie no es de sus películas más redondas pero fue de las primeras y....Yip es una de mis debilidades.
Nuria
Le echaré un vistazo a esas dos que nombras, que me suena que has hablado de ellas más veces...
Creo que Wilson yip y éstas dos películas son uno de los culpables de este blog se llame "pasional"
Cuando tengas un rato no dejes de verla.
Un beso
Nuria
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