domingo, 7 de febrero de 2010

Naked ambition de Dante Lam: “...la amistad prospera en los momentos difíciles, no en los buenos tiempos...”








Dante Lam comenzó su trayectoria en la industria cinematográfica hongkonesa con contundentes cintas de acción que, hoy en día, se consideran “clásicos” dentro de su género. Si en su ópera prima Option zero maneja la acción y el drama a partes iguales al narrar la vida cotidiana de un grupo de policías, en su siguiente éxito, Beats cops, Lam da un paso hacia delante al mostrar el lado oscuro de la policía y sus relaciones con la tríada.
Unos años más tarde, y alejándose del cine de negro de policías y mafias, Lam abordó un proyecto, a priori, muy interesante que aunaba la cotidianidad de la primera cinta con la sordidez de la segunda. En Naked ambition se introducía en el mundo del porno meciéndose en los anches mares de la comedia, al mismo tiempo que se embestía con las mareas del drama. Co dirigida por su habitual guionista, Chan Hing Kai, la película demostró que Hong Kong estaba preparada para abordar un tema espinoso en su sociedad, desde una perspectiva directa y sin medias tintas. La ironía sirvió para explorar una realidad con la que convivía la excolonia, pero quizá el drama fue tan descarnado que cojeó en sus intenciones. No obstante la idea original de Naked ambition fue la del entretenimiento y la diversión, el problema comenzó cuando el drama caricaturizaba aún más a sus personajes.


En un set, rodeado de chicas en top less, Andy (conocido como “el rey del porno”), hace balance de su vida en una entrevista para la televisión. Las primeras preguntas sobre los orígenes de su reinado son sencillas, pero sus emociones se van complicando y confundiendo según los recuerdos más personales afloran a la superficie.

Mediante un montaje de flash back Andy (Louise Koo) narra su amistad con John (Eason Chan) y cómo sus ambiciones de juventud se fueron transformando en el imperio que paulatinamente crearon.
Todo comenzó tras su despido de una empresa editorial, ambos se conocieron allí, y allí se hicieron amigos. Recayeron en el mundo del porno como podían haber caído en otro. Su idea original de centrarse en libros de texto pone al espectador una sonrisa en la boca al ser consciente de sus verdaderos intereses.

A partir de este momento asistimos a una visión “humorística” de la industria del sexo en la excolonia, y sus objetivos se centran en imitar a Japón en la oferta de revistas y guías en torno a la prostitución. Para ello era necesario hacer nexos con el proxenetismo, la tríada, y las famosas casa de masajes.
Desde su primer número, la revista “Pasión” adquiere un éxito considerable y la carrera de los dos amigos es meteórica. La dificultad comienza cuando desean cumplir sus fantasías sexuales y la amistad pasa a un segundo plano ahogada por la ambición y la soledad del ganador.

¿Estamos por tanto ante una historia que nos narra el drama de la pérdida de la amistad y del reencuentro en un plató de televisión?, o por el contrario ¿Naked ambition ironiza sobre un tema tan comprometido como la industria del porno en Hong Kong?
El gran problema de esta película es que no se define ni en un terreno ni en otro. El drama no llega a su cenit porque los personajes se pierden en el camino, es decir, los temas que se tocan de soslayo en la película, bajo el manto de la ironía, son tan trascendentales que el drama pierde fuerza. No se puede casar héroes inocentes, de origen universitarios, con magnates del porno, por mucho que el personaje de Andy (Louise Koo) comente: “...los santos no publican revistas porno...”
Y por otro lado la ironía no nos sirve en esta ocasión para tratar temas tan ásperos como la prostitución, el soborno, la vinculación con la tríada, o la inmigración ilegal de las mujeres. Pero ¿ por qué la ironía en Naked ambition no ayuda a reflejar esta realidad social? Quizá sea porque los personajes femeninos opacan entre los personajes masculinos. Y sobre todo, porque la mayoría de los personajes femeninos son extravagantes e irreales.

La intención de la película no es moralizante , pero al mismo tiempo la realidad que describe está lejos de ser reconfortante. Si para triunfar en la edición escrita del porno, como así lo señalan sus protagonistas, es importante conocer a las prostitutas y a los clientes, Naked ambition complace al cliente, pero se aísla de mostrar los dramas, desgraciadamente, comunes de la mujer. La ironía también puede servir para mostrar estos dramas, pero la película decide poner el acento en la reconciliación entre los amigos como la apuesta final.

Quizá el drama, en Naked ambition, no funciona porque sus personajes son caricaturas, o la ironía que quiere transmitir esté vacía porque no profundiza sobre su realidad. No obstante, aún a pesar de quedarse en el camino, debemos reconocer a su director el estilo directo, y sin falsos pudores, con el que aborda la cinta.

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