lunes, 30 de agosto de 2010

Vengeance de Johnnie To: ¿la venganza es el manjar más sabroso y está condimentado en el infierno?














Todavía con la huella poética y estilística de Sparrow (http://hongkongpasion.blogspot.com/search/label/Sparrow%20de%20Johnnie%20To ) Johnnie To dirige, hasta la fecha, su última película: Vengeance. Sus constantes argumentales, que asoman de la Ka Fai, y su cuidada puesta en escena hacen de Vengance un nuevo capítulo en el cine negro de la excolonia, al mismo tiempo que nos sitúa ante un cine con clara intención internacional.
Macao, y de nuevo Hong Kong, son los escenarios en los que se desarrolla la historia, pero en esta ocasión la película se construye a través de la mirada de un protagonista occidental (el icono de la música francesa Johnny Hallyday). Sus ojos nos abren la puerta a esos rincones en donde los códigos de hermandad están presentes, donde las personas subsisten a espaldas de la ley, y donde la venganza adquiere un tono épico y real.
Pero ¿qué es la venganza? La particular reflexión de To acampa entre los convencionalismos del thriller y sus marcas estilísticas, y se mece a través de una historia que nos aporta distintas respuestas ante una pregunta, en esencia, sencilla.


Un chef francés (Costello) visita a su hija en estado crítico en un hospital de Macao. Cuando se acerca a su rostro, de la boca de ella sólo sale una palabra “venganza”. Un ajuste de cuentas es el causante de su situación así como de la muerte de su marido, original de Macao, y sus dos hijos. Costello, con un pasado mercenario y a pesar de estar rodeado de un contexto que se le hace extraño, no duda en llevar a cabo esa misión y contrata a cuatro hombres acostumbrados a lidiar con las balas y con sangre.
Y en este diálogo entre el elemento occidental con la idiosincrasia oriental, es donde To construye esta película a través de sus pilares básicos: la ya mencionada camaradería masculina que a través de un humor excéntrico, nos vuelve a traer esas maravillosas escenas de la Milkway, en la que sus actores habituales comparten comida y risas. Un estilo sobrio, al mismo tiempo que estilizado, con sus cuidadísimos encuadres, y por último, sus templadas escenas de acción que en palabras de To: “…son las piezas necesarias para perfilar la personalidad de los protagonistas…”

Quizá lo que difiera de Vengeance con el resto de sus clásicos como The Mission, o Exiled, sea el ritmo que la propia mirada occidental confiere a la película. Aunque también nos podemos preguntar si To utiliza este elemento para ralentizar más la acción y poder detallar su particular poética. Pues para un extraño en tierra extraña todo pasa por ser deleite visual aún a pesar de su incomprensión, pero al mismo tiempo también se puede hablar de un homenaje a ese polar francés, tan admirado por Johnnie To, que en un principio estaba pensado para ser interpretado por Alain Delon.


Pero en todo este ejercicio Johnnie To va más allá y nos sorprende sobre su particular reflexión sobre la venganza. Costello sabe que debe matar a los asesinos de su familia pero para ello se obliga a poner la palabra “venganza” en los retratos de sus nietos y de su yerno. El motivo se encuentra en su oscuro pasado y en una bala que le ha quedado incrustada en la cabeza. Por ello se vale de las fotos para recordar e identificar caras y asesinos, pero al mismo tiempo que esta falta de memoria le obliga a esforzarse para mantener viva la venganza, también sirve para que el espectador se cuestione, al igual que unos de los personajes de la banda que contrata, si se puede asociar la venganza con la falta de recuerdos. ¿Qué sentido tiene vengarse cuando uno lo olvida todo? En esas circunstancias ¿qué es la venganza?
Por ello, ante la falta de respuestas, la venganza en esta ocasión se fusiona con la camaradería y pesa más los convencionalismos que habitualmente nos encontramos en su cine que la propia exploración de ese sentimiento. El espectador echa de menos la intensidad de sus otras obras maestras, y quizá Johnny Halliday no sea el actor más indicado para transmitir un sentimiento tan pasional como la venganza aunque esta se esté diluyendo paulatinamente en su mente. Su presencia física puede evocar un pasado y una iconografía del polar francés pero si no estuviese arropado por los maravillosos Anthony Wong, Simon Yam o Lam Suet, sus carencias serían mucho más desproporcionadas.

No obstante Vengance ofrece algunas composiciones estelares propias del sello de To. En especial la escenografía del pasadizo subterráneo en la que Costello le pide ayuda a los cuatro fuera de la ley con unas palabras tan significativas como: “ …soy un extraño en este lugar, necesito ayuda…”; el lírico paralelismo entre las escenas de los mercenarios y Costello entrando en la casa de su familia, paseando por los mismos lugares donde fueron asesinados sus miembros, y las escenas de ese momento cuando se estaba cometiendo la matanza; o Costello entre paraguas buscando a sus ya “colegas” con el dramatismo de no reconocer las caras, o por último, la magnífica composición del duelo final con las cajas de basura rodantes.

De nuevo Johnnie To apuesta por lo poético en una historia de sangre y venganza, pero la intensidad en esta ocasión es pareja a la misma falta de memoria de Costello.

No hay comentarios: