domingo, 4 de enero de 2009

Crazy N´ the city de James Yuen: una historia íntima y sencilla



Poco a poco se está consolidando una nueva vertiente en el thriller hongkonés que pone el acento en historias íntimas y sencillas, que se mecen entre el drama y el cine negro de pausada acción. Son películas que combinan varios géneros, o mejor dicho, películas en las que el director matiza a su manera los códigos convencionales para crear historias. Son guiones que, por un lado desarrollan una atmósfera íntima llena de autenticidad, y por otro demuestran un gran manejo en la exploración de los sentimientos.
Creaciones que desean redefinir el cine negro pero sin llegar a la ruptura posmoderna de autores como Wong Kar Wai (As tears go by), ni a los pastiches surgidos en la estela de su modernismo.
Son directores que no se sitúan al margen del cine comercial sino que, simplemente, quieren dar una lectura más intimista al nuevo noir de la excolonia.
Una de las figuras que merecen una mención destacada dentro de esta corriente es el director James Yuen, conocido por sus comedias y sobre todo por su colaboración en los guiones de éxitos como: Golden Chicken (comentada en las páginas de este blog), Perhap love de Peter Chan, o My name is fame de Lawrence Law.
Una de sus películas, producida por Dereck Yee (ver la entrada en es blog: One night in Mongkok ), pero escrita y dirigida por él: Crazy N´the city responde a esta vertiente que me atrevo a denominar: el nuevo thriller intimista de la excolonia.


La acción en Crazy N´the city se desarrolla en Wanchai, uno de los barrios menos conflictivos de Hong Kong, y se aleja, esta vez, del ardiente y “triadesco” Mongkok centro neurálgico de las luchas pandilleras.
Quizá por eso la historia, o mejor dicho las distintas subtramas, se envuelvan en una atmósfera sentimental cargada de cotidianidad e intimismo. La violencia, que a pesar de ser inherente en la sociedad, pasa en esta película a tener un papel secundario.(Por poner un ejemplo el policía protagonista nunca ha utilizado un arma de fuego) Más que recrearse en ella, o tratarla desde distintos matices, en Crazy N´the city prima la exaltación de los sentimientos en torno a ella, pero sobretodo se resalta el espíritu de la comunicación y de las relaciones humanas.

La trama principal gira en torno al personaje de Eason Chan (valor en alza dentro del star-sytem hongkonés), el cual – y aún a pesar de su juventud- es uno de los policías más veteranos en la comisaría del barrio. Su trabajo, que ha caído en la monotonía, hace de él un personaje gris y aburrido que realiza sus funciones sin ningún tipo de motivación. La incorporación de una joven cadete, entusiasta y feliz de realizar su trabajo, será el contrapunto necesario para comenzar a despertar y recordar sus valores y sus ganas iniciales.
El resto de tramas, los problemas de la gente del barrio -en especial la historia del demente Shing (interpretado por un actor tan consolidado como Francis Ng)- ayudarán a que el policía lleve a cabo un viaje iniciático por las calles de Wenchai en un intento de recuperar su identidad.

Asistimos, por tanto, a la unión del hastío y del entusiasmo y a la confrontación del cinismo frente a la inocencia. Dos modos de enfrentarse a una misma realidad que les equilibra en la lucha contra el mal.
Pero curiosamente, y a diferencia de otras películas, el cambio que experimenta el personaje de Eason Chan no viene desde la inspiración de su joven compañera, sino desde la perturbación que su idealismo le produce en su conciencia. Sólo esa especie de “revolución” interior y el hecho de conocer a dos quinceañeras que le proponen como modelo de policía para inculcar clases de protección en su escuela, harán que su letargo se transforme en revulsivo.

Es posible que James Yuen haya caído en la presentación de personajes estereotípicos, sobre todo el papel de la joven cadete con sus ganas de demostrar la parte más bondadosa de la humanidad: ayuda a los ancianos, enseña a los niños, se preocupa por los personajes más alocados del barrio (Francis Ng)...pero lo cierto es que más que ese esbozo convencional, se subraya un apreciable sabor local que enriquecen a los personajes dentro de su entorno social, al mismo tiempo que les dota de credibilidad.
Una credibilidad muy conseguida en el personaje de Francis Ng donde Yuen elabora, al apartarse aquí de tópicos, un estudio de las enfermedades mentales en un personaje individual, con sus problemas y dificultades pero también con sus alegrías.

En suma, Crazy N´the city bebe de las fuentes del serial de policías de la televisión hongkonesa, con la exaltación de los sentimientos, la imbricación de tramas, y el uso de personajes que pueden rayar en los convencionalismos, pero... su carencia de histrionismo, y la autenticidad de su intimidad, hacen de ella una maravillosa película.

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