domingo, 26 de septiembre de 2010

Coal money de Wang Bing: La ruta del carbón en China sin ningún tipo de adornos.




Wang Bing es uno de los directores más destacados del actual documental chino, perteneciente a las nuevas generaciones de su cinematografía estudió fotografía en la Escuela de Luxun, para continuar sus estudios de Dirección de Fotografía en la Escuela de Cine de Beijing. Sus trabajos en la televisión le dieron fama de reputado director de fotografía, pero hasta el año 1999 no dio el paso a la gran pantalla con sus ya célebres documentales. Con Tie Xi Qu ( West of the trucks), expresó uno de las máximas que le han seguido durante toda su trayectoria, la de exponer, simplemente, la verdad. El documental recorría una zona, actualmente en decadencia, ubicada en el distrito de Tie Xi al nordeste de China, donde los japoneses se establecieron generando una zona industrial muy ventajosa pero que hoy en día se encuentra empobrecida y en desplome.
Fue presentada en el 2002 en la Berlinale acortándola a cinco horas de duración y dividida en tres partes Herrumbre, Retales y Raíles. Más tarde en el 2007 nos sorprendió con el documental Fengming: una autobiografía de China, para concluir en el 2008 con este Coal Money y la realidad del transporte del carbón en la China contemporánea.
En su último proyecto Wang Bing ha dado el paso a la ficción aunque sin apartarse de sus principios: la realidad y la veracidad. The Ditch es la historia de los deportados los campamentos en la época de Mao, donde eran enviados para ser reeducados a base de trabajo y sujeción.


Coal Money nos acerca a la realidad más descarnada de la ruta del carbón desde las minas de Shaan Xi hasta el gran puerto de Tianjin en el norte de China, y está incluido en una colección de documentales que bajo el epígrafe “Los caminos del mundo” el Musée du quai Barndy y el Films d´Ici y Arte francés ha producido con la intención de dar a conocer otras miradas y otras culturas.

Renovar la comprensión de la diversidad cultural es el objetivo básico de esta colección, así como aprender ver a través de otros ojos la realidad que nos circunde. Preguntarse sobre el papel de la antropología en el mundo moderno y valerse del cine como un elemento que genera arte y reflexión es uno de los grandes objetivos de estos proyectos en los que Wang Bing ha sabido encajar a la perfección.
Por ello no debemos pensar que Coal Money como un documental etnográfico o científico en sí, tampoco como una realidad descriptiva o didáctica, ni mucho menos un relato en primera persona, sino como una muestra con componentes etnográficos y reflexivos que se quiere abrir a un público capaz de comprender su significado universal, donde la realidad es expuesta tan cual y toda su crudeza o esplendor. Coal Money es una especie de memoria de las sociedad humanas que debe de quedar como herencia para futuros espectadores.
Los protagonistas de este documental son los transportistas que trasladan toneladas de carbón en esta especie de ruta del carbón en el norte de China. En esta epopeya de lo cotidiano asistimos a la dureza de su día a día, donde el director se detiene en unos paisajes, bellamente fotografiados, pero rotos por el ruido de los camiones, en esas zigzagueantes carreteras donde se encuentran con la policía, en esos atascos que deben sufrir los conductores, en las llamadas a sus mujeres…en definitiva en su ordinaria cotidianidad que les ocupa todas las horas del día y la mayor parte de la noche.

Wang Bing nos habla del movimiento del carbón y del dinero que genera, pero no sólo desde el punto de vista físico, sino también entre los compradores y los vendedores. En China el valor del carbón depende de la industria de cada región y de la infraestructura de su transporte, por ello la muestra de los regateos de precios para extraer un beneficio son muy explícitos en el documental. No hay ningún tipo de ilegalidad en esta realidad, pero algo en nuestro interior nos hace preguntarnos ¿en este trueque hay un explotado y un explotador? Wang Bing no señala a nadie con su reflexión más bien parece decirnos que todo forma de una cadena en donde todos son trabajadores que conviven con esa infraestructura y sufren ese camino hacia la modernidad en el que se encuentra China.

La realidad de estos transportistas es expuesta sin tapujos y sin adornos y una de las escenas que se repite más es esa en la que el trabajador cuenta su dinero, primero en compañía y luego en soledad, para estar seguro de no ser timado.
El alma entera de China se refleja en este documental que se mece entre la impulsiva energía de sus trabajadores y el caos de un sistema que encamina a esas gentes a una situación de desamparo en medio del proceso de construcción de una China moderna.

¿Estamos pues ante la inevitable agonía de un sistema de mercado obsoleto y caótico?

2 comentarios:

China actual dijo...

Interesante. Buscaré sus documentales y me adentraré en lo que narra para aprender más sobre China.

nuria dijo...

Sin lugar a dudas sus documentales merecen la pena
Un saludo