viernes, 8 de octubre de 2010

Beyond hypothermia de Patrick Leung: cuando el hielo se derrite








Entre las primeras producciones de la Milkyway (la famosa productora de Johnnie To y Wai Kai fai) se encuentra Beyond hypothermia, ejemplo perfecto para analizar el camino de transición, o redefinición, que experimentó el cine de la excolonia. A medio camino entre el heroic bloodshed, con John Woo y Ringo Lam a la cabeza, sustentado en sus violentas coreografías sangrientas y pirotécnicas; y el comienzo de un nuevo cine negro que se atisbaba en el horizonte, su director –Patrick Leung demostró que era posible hacer un nuevo thriller apoyado en la violencia visual de la edad dorada del cine hongkonés y que al mismo tiempo experimentaba con algunos cambios propios de las nuevas corrientes. No en vano Patrick Leung comenzó su carrera en el cine de la mano de John Woo, siendo su asistente en la dirección y escribiendo los guiones de películas tan míticas como Una bala en la cabeza (véase http://hongkongpasion.blogspot.com/search/label/Una%20bala%20en%20la%20cabeza%20de%20John%20Woo…), pero al mismo la mano de To hacía constar los nuevos postulados, como una carga emocional en los guiones que humanizaban a los protagonistas, y el cambio de algunos de los convencionalismos más férreos del cine negro de los ochenta, como el cambio de esos héroes masculinos con sus códigos de lealtad y de violencia, por el de heroínas femeninas enfrentadas a sus conflictos internos.

Wu Chien- Lien da vida a una fría asesina a sueldo que no siente ninguna culpa a la hora de disparar a su objetivo. Lau Ching Wan es un exmiembro de la tríada que se aferra a su pequeño restaurante de comida para llevar una vida sencilla y honrada. De ella se dice que tiene cinco grados menos de temperatura de lo que normalmente el cuerpo humano posee. Él, por el contrario, está especializado en cocinar una sopa de fideos que abrasa la garganta cuando se prueba. El frío extremo y el calor más sofocante, dos realidades, dos mundos solitarios, que estás destinados a encontrarse y a vivir una intensa historia de amor.

En Beyond hypothermia el héroe que empuña las pesadas armas y que no tiembla la mano al apretar es una mujer. La historia se concibe en torno a alienación de la protagonista que basa sus relaciones en los encargos que le ordena su tía adoptiva, que le aprisiona aún más en un círculo destructivo del que se cuestiona como salir. El epicentro de su conflicto se sitúa en un sencillo cocinero que le hace experimentar un nuevo sentimiento que ella misma desconocía que tenía.
Patrick Leung cambia deliberadamente los roles de los protagonistas y enfrenta a los protagonistas a sufrir sus pasiones y a recuperar su infancia. Cuando ella se acerca a Lau Ching Wan sabe que acaba de matar, pero también desea alejarse de su pequeño contexto que le asfixia. Por eso se deja atrapar por un hombre bueno en un deseo más que de recuperar su infancia de comenzar a vivirla.
De ahí se entiende como disfruta como una niña cuando se desliza con él por una cuesta, o cuando en su casa a solas se hace fotos que reflejan su felicidad. Conmueve, especialmente, la forma en que desea construirse un pasado del que carece.

En ese momento su cara de hielo se transforma en la inocencia de una niña, en una especie de alegría infantil que la actriz ha sabido reflejar a la perfección.

Leung no hace otra cosa que humanizar a la heroína, introducirla en un mundo de dudas y confusión y comenzar un camino que la Milkway hará su seña de identidad.
No obstante, la huella del heroic bloodshed (derramamiento de sangre heróico) y en concreto de John Woo por todos los años en los que Patrick Leung trabajó con él, también está muy presente. La escena gran duelo final entre los mafiosos coreanos y la pareja de amantes no deja de ser un homenaje a Wo. Las cuidadas coreografías de balas y violencia están realizadas a partir de un cóctel perfecto de ralenties, primeros planos, planos en picado, y un explícito derramamiento de sangre.
Quizá lo más novedoso que aporte Leung sea la paleta de tonos azules que durante todo el metraje realza la idea del frío y la hipotermia.
Los sentimientos son capaces de derretir el hielo aunque los trágicos finales sean los puntos y apartes característicos de la historia del cine hongkonés. Porque, aunque los sentimientos se transformen en punzadas de dudas e incertidumbres, y tal como dice la protagonista: “…las personas como yo, nunca cambiamos…”

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